Es bonito pensar que leer es una de las mejores formas de conocer mundo sin necesidad de moverse de una silla. Leyendo las personas podemos descubrir nuevas palabras, nuevas formas de expresión, podemos hacer volar nuestra imaginación, podemos acceder a nuevas teorías y opiniones sobre multitud de temas y muchas cosas más. Por eso, podemos decir sin quedarnos cortos que leer nos ayuda mucho a formarnos como personas, a tener opiniones coherentes sobre la gran cantidad de temas que hoy en día nos rodean, debido a la gran cantidad de información de que disponemos y los libros personalizados que hay en el mercado.
Por eso, en un mundo cada vez más bombardeado por las pantallas, ya sea de televisiones, teléfonos móviles u otros dispositivos, es importante recalcar la importancia de inculcar hábitos de lectura a los más pequeños de la casa. Sin duda, enganchar al niño a una «maquinita» para vivir la vida con comodidad es un recurso muy fácil, pero también hay que ser responsable y pensar en el bienestar del niño, no solo a corto plazo sino también en cuanto a su desarrollo cognitivo, puesto que esas cualidades que comentábamos anteriormente tienen su base durante la infancia y la adolescencia. Por eso, de nada sirve intentar forzar a los adultos a leer si no han tenido una buena educación en ese sentido durante sus primeros años de vida.
